¿Será posible?

Uy... parece que esta varita vino fallada!

De capa caída

La risa es cosa seria

...y demás consideraciones de este calibre bombardean al homo-elementalis/huevonoide causándoles cataclismos occipitales (de vez en cuando, parietales) que lo hacen quedar... ¿cómo decirlo? culo al norte.

Es que, o, mejor, será que no todo en la vida es risotada. O que el aura que recubre lo humorístico no debería ser profanada. Tarea harto difícil cuando uno tiende a ser, más bien, un blasfemo.

Desde aquí, y en nombre de lo profano en su estado más puro, se transitarán con esmero, por no decir con magnífica ceguera, los senderos de humores inauditos, desprovistos de chispa... minusválidos.

Y todo esto no como consecuencia de un adoctrinamiento en materias de este tipo, sino por no tener la más pálida idea de cómo hacer otra cosa.

.
.
.

Apelando a la honestidad, aunque en este contexto sería conveniente apalearla antes que apelarla, tengo la sensación de que desde las primeras entradas se viene anunciando el advenimiento de un humor que brilla aunque más no sea, en este como en los demás casos, por su ausencia.

Suponemos que esa ha de ser la gracia.