(*) o la arenga canina que sponsoretea este blog
Porque sí, ya no quedan dudas. Ha quedado metafísicamente comprobado, que el presente blog no atrae al género humano. Es por eso que, en un claro ejemplo de abuso de poder, hemos tomado la decisión de someter a una encuesta tendenciosa a perros callejeros, previa promesa de ser recompensados con unos cuantos pares de huesos, por un período de 20 años (en años perros!)
El objetivo consistía, básicamente, en alcanzar un indiscutido consenso en favor de La Centrifugadora, para así poder obtener algún tipo de subsidio de fabricantes de alimentos balanceados, que permitiese mantener toda esta maquinaria del demonio en pie.
Claramente, el objetivo nunca fue logrado.
Se produjo, además, un desbalance que terminó arrojando un resultado completamente opuesto al esperado. Todavía hoy perdura el eco de la pregunta por aquello a lo que pudo deberse el fracaso... Una posible respuesta: ¡Debe ser por Dog Chow!
Peeero, así como no todo en la vida es color de rosa, o, bueno... verde agua para la tribuna daltónica, tampoco esta experiencia fue 100% negativa.
Rescatamos algunos testimonios que nos dejaron cierta enseñanza, para compartirlos con todos.
Colita:
"No sé qué esperás que diga, si soy un perro! Es hora de que te vayas enterando que los perros no hablamos... Y tampoco vamos al cielo!"
Pelusa:
"¡Esto me parece una animalada!"
Manchitas:
"Ese forro de Lassie, siempre haciéndose el bueno; pero era todo para la cámara. Jamás conocí garca como él."
Porque sí, ya no quedan dudas. Ha quedado metafísicamente comprobado, que el presente blog no atrae al género humano. Es por eso que, en un claro ejemplo de abuso de poder, hemos tomado la decisión de someter a una encuesta tendenciosa a perros callejeros, previa promesa de ser recompensados con unos cuantos pares de huesos, por un período de 20 años (en años perros!)
El objetivo consistía, básicamente, en alcanzar un indiscutido consenso en favor de La Centrifugadora, para así poder obtener algún tipo de subsidio de fabricantes de alimentos balanceados, que permitiese mantener toda esta maquinaria del demonio en pie.
Claramente, el objetivo nunca fue logrado.
Se produjo, además, un desbalance que terminó arrojando un resultado completamente opuesto al esperado. Todavía hoy perdura el eco de la pregunta por aquello a lo que pudo deberse el fracaso... Una posible respuesta: ¡Debe ser por Dog Chow!
Peeero, así como no todo en la vida es color de rosa, o, bueno... verde agua para la tribuna daltónica, tampoco esta experiencia fue 100% negativa.
Rescatamos algunos testimonios que nos dejaron cierta enseñanza, para compartirlos con todos.
Colita:
"No sé qué esperás que diga, si soy un perro! Es hora de que te vayas enterando que los perros no hablamos... Y tampoco vamos al cielo!"
Pelusa:
"¡Esto me parece una animalada!"
Manchitas:
"Ese forro de Lassie, siempre haciéndose el bueno; pero era todo para la cámara. Jamás conocí garca como él."