
...pero que no admite réplicas!
Lamentablemente (o por fortuna) llegué a esta imagen tras verme envuelta en un nuevo episodio del atemorizantemente creciente: Síndorme del Hipervínculo. Esa es la razón por la cual no podría especificar su origen (ni el del Síndrome, ni tampoco el de la imagen) y mucho menos el nombre del creador de tamaña obra maestra.
Y es en este punto en el que quisiera detenerme (pero como todavía me falta terminar de armar la idea, voy a tener que proseguir)
Como bien -aunque despóticamene- lo anuncia el título que da inicio a esta arremetida contra el "orden" social vigente, lo que desde aquí se sostiene es la necesidad imperiosa de designar a quienquiera que sea el responsable de este soberbio despliegue humorístico, como líder indiscutido del planeta, Dios mediante (es decir, como facilitador; - Nada de interponerse y entorpecerlo, Barba!*)
*Ah, sí! Está todo bien con Dios, hay confianza. Por eso el trato jocoso.