lunes, 14 de junio de 2010

Borrar con el codo...

Se tratará aquí de centrar la atención en el remate de dicha frase, cuya análoga en armenio... es otra de las innumerables cosas que desconozco, pero que seguramente resultará -cuanto menos, fonéticamente- graciosa.

---> Comunidad armenia, I (heart) you! No os vayáis a ofender con este inocente chascarrillo.

Lo primero y único (por tratarse de una poco rigurosa investigación) que cabría destacar, es su carácter -antónimo de abarcativo-. Lo pensé y repensé, pero todavía no pude dar con su contrario; espero sepan disculpar mi -antónimo de amplio- léxico.

¿Qué lugar se supone que vendrían a ocupar los pobres mancos, en este estado de cosas? ¿Los estamos condenando, como la individualista y atomizada sociedad que somos, a cumplir a rajatabla todo aquello que con sus ¿pies? sea escrito? ¿Quiénes somos para negarles su legítimo derecho a desdecirse? Ellos no podrán borrar con el codo, o, bueno, con el muñoncito, pero deberían poder gozar de las mismas posibilidades que los zurdos, diestros y siniestros, y soberbios ambidiestros.

Este fue un (meta)mensaje dirigido a la comunidad toba... eh, digo... toda, por la inclusión en el padrón electoral de los (biológicamente) desfavorecidos.

Ah! y ya que está, dejo un adelanto de una posible futura plataforma electoral: ¡RAMPAS PARA TODOS!

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